Nuevos Retos Educativos: La gestión de la información

Las dificultades para trabajar en instituciones educativas formales y no formales, el desencuentro entre generaciones y el abismo entre quiénes éramos en tanto jóvenes y quiénes son hoy los jóvenes colocan al adulto en encrucijadas complejas. Maestros y profesores se ven interpelados en su hacer cotidiano por situaciones para las que no siempre se sienten capacitados o actualizados. Con la irrupción dentro de las aulas de las Tic, no sólo ya como herramientas de la clase, sino formando parte del propio proceso de enseñanza aprendizaje, el desafío en tanto docentes se acentúa.

Uno de los problemas con el que nos enfrentamos al encarar un trabajo con el alumnado es de la sobreabundancia de la información. Son muchas las posibilidades de visualización de esta información y evidentemente requiere un importante trabajo previo consistente en: documentación, selección y gestión de los datos, y finalmente elegir un sistema claro y eficaz de mostrar y compartir esta información.

Que es la sobrecarga informativa o infobesidad?

Pero a qué nos referimos con sobrecarga informativa o Infobesidad?  Se refiere al estado de contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema. Grandes cantidades de información histórica para analizar, una alta tasa de nueva información siendo añadida, contradicciones en la información disponible, una relación señal-ruido baja dificultando la identificación de información relevante para la decisión, o la ausencia de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información pueden contribuir a este efecto.

Según Rene Parisuaña, el volumen de conocimiento acumulado va en subida exponencial desde hace al menos un siglo y la información científica se duplica cada seis años.

Internet ha pasado en pocos años de ser un herramienta exclusiva de unas pocas universidades y organizaciones a introducirse en la mayoría de los hogares de clase media, quedando así al alcance de millones de personas en todo el mundo, a la vez que las empresas, que necesitaban un espacio donde intercambiar información y publicitar sus productos y servicios, aparecieron con fuerza en Internet.

El intercambio de archivos y descargas de la red también ha experimentado un crecimiento brutal. Los vídeos y música conseguidos mediante este medio, ocupan, según el informe antes mencionado, el 70% de los discos duros de quienes practican esta actividad.

Posibles soluciones para la sobrecarga informativa

Es extremadamente difícil y laboriosa la tarea de clasificar los millones de datos que la red contiene.

Actualmente se dispone de algunas herramientas que se usan contra tal avalancha informativa:

• Los rastreadores de información. Son unos programas capaces de rastrear en Internet y encontrar y clasificar la información que se busca (datamining). Se trata de tecnologías del sector de las ingenierías del contenido, que permiten la extracción y organización de datos que provienen de unidades de contenido sin estructurar (como sitios web o documentos de texto).

Estos programas son especialmente útiles en empresas y compañías que precisan diferenciar la información que les afecta de la que no, entre millones de datos existentes.

• Barras que suprimen ventanas emergentes. Multitud de portales y sistemas operativos y exploradores para Internet ofrecen servicios de supresión automática de ventanas emergentes (banners), que normalmente contienen publicidad. El inconveniente de estos pequeños programas es que muchas veces eliminan también ventanas necesarias para la navegación por un sitio determinado, de manera que debe de habilitarse temporalmente esa opción.
• Clasificación del correo electrónico. Se trata de un servicio para el correo electrónico que muchos portales ofrecen ya. Se trata de marcar ciertos e-mails como publicidad o no deseados, evitando así recibirlos en la bandeja de entrada la siguiente vez. Esta clase de herramientas son muy útiles contra el llamado spam, o mensajes publicitarios masivos. Sin embargo, muchas veces, cuando alguien a quien no tenemos en nuestra lista de direcciones nos envía un correo, éste va a parar a estas sub-bandejas especiales, pudiendo perderlo.
• Las infografías, aunque no son nada nuevo, están ganando mucha popularidad en todos los medios y también son una manera muy interesante de trabajar didácticamente cualquier tema, ya que además de las competencias transversales de gestión de la información, alfabetización digital, la investigación, el espíritu crítico y la construcción de conocimiento, podemos trabajar cualquier temática

                                                       

Algunos argumentos a favor de la curación de contenidos

Como sostiene Pablo Bongiovani en su artículo 5 argumentos para curar contenidos (disponible en http://www.educacontic.es/blog/5-argumentos-para-curar-contenidos) la curación de contenidos es necesaria y es además valiosa porque la sobreabundancia de información supera incluso a los mejores algoritmos, es decir la curación dependerá de la actividad humana implicando un razonamiento del actor. Hasta el día de hoy no ha podido superarse la actividad crítica de la persona. Según el autor: “el razonamiento que le corresponde sólo a la especie humana y se vincula con el conjunto de conexiones que de manera singular están ocurriendo ahora en su cerebro mientras Ud. lee estas líneas. Entonces, la intencionalidad de una curación siempre será única y por qué no irrepetible. (Por curación se entiende al proceso de selección de la información sobreabundante).

Además, la curación fomenta la conexión en el sentido de que si alguien lee la selección hecha por otra persona probablemente tenga algo en común con ella. Un proceso individual, entonces se ve potenciado hacia una comunidad de intereses, beneficiando potencialmente a más individuos con un proceso que nació como algo propio.

Termina su artículo en autor mencionado, con una frase que comparto: “Nuestra capacidad de socializar, de generar red es el valor, y la red misma se encarga luego de retroalimentar-nos si sabemos conectar-nos con las personas indicadas. Y para eso, no hay un momento ni un lugar, ni una hora… El momento indicado puede ser- la más de las veces- el momento en que descubrimos una red.

Tics y educación: el posicionamiento        docente   

El rasgo general de la clase que impartimos como docente se verá impregnado de nuestra adhesión (a veces inconsciente) a alguna teoría educativa. En este sentido la teoría conductista considera a la instrucción como la representación fiel de la realidad externa para que los estudiantes puedan captarlas y conocerla con precisión. La teoría constructivista considera al aprendizaje como una interpretación de la realidad, y para ello la enseñanza debe facilitar a los estudiantes la posibilidad de experimentar y reflexionar  a fin de elaborar interpretaciones cada vez más complejas de la realidad y las Teorías socioconstructivistas consideran que el aprendizaje se realiza sobre todo mediante la interacción social, el desarrollo de la inteligencia no puede realizarse aislado del entorno inmediato, madura en relación con otros. (Ver más en www.uoc.edu/rusc/2/2/dt/esp/monografico.pdf )

Nuestro posicionamiento condiciona nuestro accionar, y de él también dependerá el uso que hagamos de las Tics en el aula. El presente trabajo adhiere a la posición socioconstructivista y el uso de la Tics será siempre mediado por el carácter social que deriva del mismo. El aprendizaje implica participación en comunidad y la adquisición de conocimientos es un proceso de carácter social. Se pone de relieve entonces que el aprendizaje es un hecho colectivo, no individual. Partiendo de estas ideas surge el concepto de comunidad de práctica.

Comunidad de práctica 

Un comunidad de práctica es “un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan su conocimiento a y pericia en esta área a través de una interacción continuada” (Wenger, Mc Dermontt y Synder, 2002 ver en www.uoc.edu/rusc/2/2/dt/esp/monografico.pdf ).

El trabajo en una comunidad de práctica se basa en tres premisas básicas.

-       Compromiso mutuo: cada miembro comparte su conocimiento y recibe el de los otros.

-       Empresa conjunta: la CP tiene objetivos y necesidades comunes que cubrir. (independiente de los intereses y necesidades de cada miembro)

-       Repertorio compartido: cada CP va adquiriendo rutinas, palabras, herramientas, maneras de hacer, símbolos que ha ido adoptando en el transcurso de su existencia.

A través del cursado del curso que da base a este trabajo nos estamos convirtiendo en una verdadera comunidad de práctica.